Un show de dos horas y a casa llena



Los Primera conquistaron en el Teresa Carreño


Un espectáculo dividido en dos capítulos, con una orquesta de 65 músicos y mucha energía deleitó a los fanáticos este domingo. Consolidados entre temas clásicos y los de su nueva producción, Servando y Florentino agradecieron a su público. Las cámaras y teléfonos celulares no dejaron de grabar en ningún momento.

Por Andrea Fernandez  @Amapolita





 Hace 18 años desde que Servando y Florentino lideraban el grupo juvenil Salserín y desataban locura en las adolescentes. Hoy, ahora con 30 años, siguen ocasionando gritos desesperados, llantos y arrebatos, ya no de adolescentes, sino de mujeres y hombres contemporáneos con ellos. Son ídolos, de eso no hay duda, o si no, no hubiesen llenado a tope dos funciones seguidas en el Teatro Teresa Carreño.

A las 6:25 se apagaron las luces de la Sala Ríos Reyna y comenzó la locura. Una pantalla panorámica hacia las veces de telón que, mientras subía, anunciaba el primer capítulo del concierto: Sinfónico.

El dúo apareció, ataviado de trajes de gala satinado -algo incómodos-, junto a la orquesta de 65 músicos -dirigida por Willian Sigismundi- en una plataforma.

Esta hecha para mi, fue el primer tema de la noche. Las voces del público apabullaban a las de los hermanos. Sin tregua siguieron con Por haberte querido tanto y Me enamoré, dividida entre balada y salsa.

"Que cante el Teresa", dijo Servando y el público en pleno cantó el coro. Le siguió Una fan enamorada, en la cual el dúo hizo su famosa "vueltica".

"Gracias Caracas", dijo Servando y continuaron entre alaridos y regalos de las fanáticos Para que me perdones, Tu eres mi luz,Te regalo la luna y Muchacho solitario.

"¿Lloramos o cantamos?", preguntó Florentino antes de hacer Dímelo, del disco Paso a Paso del año 2000. Que será de mí y Rumba en mi corazón -mitad sinfónica y mitad salsa- siguieron. Con Paso a paso cada uno se dirigió a un extremo del escenario.



Era tanta la euforia y el calor del público que el aire acondicionado del teatro no se sentía. Las cámaras y teléfonos no dejaron de grabar en ningún momento.

"Buenas noches a todos los que están acá. A las novias que trajeron a los novios y al revés. Hay también mucho fan del closet. La música no tiene sexo", dijo Servando entre risas.

Dedicaron unos minutos para hacer tributo a dos representantes del folclore, Alí Primera y Simón Díaz. "Quítame este lazo. Llegó la hora de llorar", dijo Florentino para quedarse solo con una guitarra y cantar No te hice nada, del disco It's a wrap (2010) y Me duele quererte.

Servando también tuvo su turno solo en tarima con No creo, no siento, no veo y Yo te conseguí.


Con Si yo fuera tu, probó su capacidad vocal y la del público, todos superaron con creces. Siguió Yo quería, tema en el que Florentino tomó el celular de una fanática y se grabó cantando.

Continuaron con Vivir por matar en la que regresaron a lo alto de la plataforma entre fuegos fríos, y se despidieron.

Varios acróbatas -en tela y rapel- se encargaron del intermedio excesivamente largo -25 minutos-.

Con el Capítulo II: Its a wrap, volvieron con jeans de colores y con mucha energía. La salsa de "Los hermanos Primera" encendió los ánimos enseguida.

En el último sencillo de ultimo disco, Una como sombra, el público movía los brazos como asistentes de uno de los programas de Super Sábado Sensacional. La euforia se incrementó con el repertorio de salsa con Primer amor y Cada Minuto.

Se hizo una pausa para entregar el reconocimiento de Disco de Platino. "Esto es para aquellos que no creyeron... No, mejor, esto es dedicado a quienes sí confiaron y creyeron en nosotros", dijo el menor de los hermanos. "Esperemos que pronto bandas como Viniloversus, La Vida Boheme y King Changó puedan tocar en esta tarima", dijo Servando.

Una canción que te enamore hizo que más de una pareja de mirara a los ojos.

Max Pizzolante, apareció con guitarra para hacer Pensando en ti acompañado por el dúo. Con Alíviame proyectaron fotos de su padre, y hasta una fanática besó a Florentino cuando se lanzó al público.

Blanquito Man de King Changó colaboró con su voz y ánimo en Loco. Frenando el corazón, Tengo un corazón y Vete siguieron.

Posteriormente un video de archivo de Daniel Sarcos anunció a Salserín. Inmediatamente el dúo apareció junto a tres niños con el repertorio de la orquesta infantil.

Un amor como el nuestro, Bella ladrona, Yo sin ti y De sol a sol, con la coreografía original, gorras, la señal que hacían con sus manos, la "vueltica" y papelillos hicieron que el público simplemente delirara.

Con Se acabó y Me vas a recordar, tras dos horas y media, se terminó la antología de los ídolos de la década de los 90. 


 Fotos:Angel Dejeús @Adjfotografia





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