La Curagua mueve fibras en la Unesco

Cultivo y procesamiento de la Curagua es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Aurora Cermeño 


El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco aprobó la inclusión de “los conocimientos y las tecnologías tradicionales relacionadas con el cultivo y el procesamiento de la curagua” dentro de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Estos conocimientos y tecnologías tradicionales se han desarrollado y practicado en la población de Aguasay, estado Monagas, desde hace poco menos de un siglo. En esta localidad se elabora el famoso chinchorro de curagua, principal producto que realizan las artesanas tejedoras con la fibra blanca, obtenida luego del procesamiento de la planta (curagua) de origen amazónico, caracterizada por su alto coeficiente de resistencia, durabilidad y su suavidad.

De esta manera, Venezuela logra ante la Unesco la inclusión de cuatro tradiciones en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: Diablos danzantes, Parranda de San Pedro, Lengua Mapoyo (Salvaguarda urgente) y la obtención de la fibra Curagua (lista representativa).



La curagua es una planta de origen amazónico que llegó a Aguasay aproximadamente en la décadas de los años 20, de manos de Don Susano Cedeño. Influenciados por la experiencia con el moriche, los lugareños comenzaron a extraer la fibra de la planta para el uso de las tejedoras que desarrollaron técnicas y destrezas en la creación del famoso chinchorro de curagua de Aguasay, un artículo de características particulares, definidas por el ingenio y la creatividad de las artesanas aplicado al material blanco y muy resistente.



Alcides Monagas, "nosotros tenemos el trabajo fuerte de todo el proceso".




Desde temprana edad, niños de Aguasay crecen con esta tradición.


Familias trabajan unidas para el procesamiento del chinchorro de Curagua

Preparacion del hilo de la Curagua

Ramona Chauran, "tengo seis hijos y todos los eduqué gracias a la Curagua". 

Artesanos juegan con su creatividad a la hora de tejer el chinchorro.
De una mata a un chinchorro


La innovación se hace presente en Aguasay. La mezcla de la curagua con hilos de las tierras guajiras da un resultado distinto e igual de duradero. 

Pedro Celestino Cedeño ,  afirma que su padre Susano Cedeño fue el pionero en Aguasay con la planta.

El compromiso va desde temprana edad.
En la mayoría de los casos, el trabajo de la creación del chinchorro va de mano de la mujer.



Aurora Cermeño, "aprendí a tejer chinchorro gracias a mis tias y luego mi madre me pulió".

 

 

Comentarios